29 de abril de 2010

El mundo entero envejece

Del diario El Pais (Espana)

La población envejece no sólo en el primer mundo, sino en todo el planeta, de forma imparable y en un "proceso sin precedentes en la historia de la humanidad", según el último informe de la División de Población de Naciones Unidas, publicado esta semana.

Una de cada nueve personas tiene más de 60 años y se prevé que sea una de cada cinco dentro de 40 años. En 2045 el número total de mayores de esta edad superará por primera vez al de menores de 14 en todo el mundo -lo que ya ocurrió en los países desarrollados en 1998-.

27 de abril de 2010

Tipos de discapacidades (final)

Informe de Ana Laura Mastropierro - construir y decorar


La vegetación:


-Los árboles que están en la vereda tampoco deben interrumpir el paso peatonal. Debe quedar un espacio mínimo de 2.10 m entre las ramas y la vereda.
-Las macetas que se coloquen en espacios de circulación se deben separar 0.90 m entre ellas.



Cruces peatonales:

El desnivel que hay entre la vereda y la calle debe salvarse mediante un rebaje o rampa, que coincida con la senda peatonal. El diseño diseño dependerá del ancho de la vereda. En ancho recomendado para rampas es de 1.50 m. y 0.90 m. como mínimo.

24 de abril de 2010

Tipos de discapacidades (continuacion)

Informe de Ana Laura Mastropierro - Construir y decorar


Las veredas:
La vereda es de uso exclusivo peatonal, y se separa en dos partes. La banda de circulación y la banda de elementos.
La banda de circulación debe tener un ancho mínimo de 1.50 metros, para permitir el paso de dos personas, una en silla de ruedas. El mínimo a considerar en veredas antiguas y estrechas es de 0.90 metros.
La banda de elementos es generalmente la que está próxima a la calle, y tiene un ancho variable. En la cual se instalarán los elementos antes mencionados.
Las diferencias de nivel y el desnivel que se produce entre la vereda y la calle, deben salvarse mediante rampas y rebajes que no sobrepasen el 12% de pendiente, el ideal es un 8%.
El pavimento en la zona destinada a la circulación debe ser duro y antideslizante, sin piezas sueltas o quebradas.
La pendiente transversal de la vereda no debe superar el 2%.
Debe existir un volumen libre de riesgo mínimo de 0.90 m. de ancho por 2.10 de alto que no sea invadido por ningún elemento.
Se deben utilizar cambios de textura en la vereda para avisar los cambios de sentido, las rampas o las escaleras y cruces.

22 de abril de 2010

Tipos de discapacidades

Informe de Ana Laura Mastropierro - Construir y decorar



Normalmente consideramos que el 10% de la población sufre de algún tipo de discapacidad permanente, también tenemos que incluir a los discapacitados temporales y a los mayores de edad, lo que nos puede llegar a duplicar esta cifra.

Los discapacitados temporales son por ejemplo:
Las mujeres embarazadas, personas que han sufrido un accidente, mayores de 60 años con capacidades físicas disminuidas, personas obesas y personas en rehabilitación post quirúrgica.

Los discapacitados permanentes:
-Personas con discapacidad física motriz: el semi ambulatorio, que puede realizar actividades en forma parcial, y el no ambulatorio, que tiene que desplazarse en silla de ruedas.
-Personas con discapacidad sensorial: la persona que tiene sordera necesita de una alternativa visual e iluminación adecuada, que permita una clara lectura labial.
-El Hipo acústico tiene un resto auditivo que puede ser rehabilitado, necesita de un acondicionamiento acústico, sistemas de sonorización asistida, duplicación de la información verbal mediante gráficas o señales luminosas.

10 de abril de 2010

Prolongación de la vida en la casa propia

La arquitectura para la tercera edad debe pensarse dentro de un sistema evolutivo, desde la prolongación de la vida en la casa propia, pasando por lo que llamamos vivienda protegidas o tutelares, hasta la institución geriátrica. Pero sólo cuando realmente se evalúe necesaria, ya que la vida en una institución puede considerarse como una forma anormal de vida.
Todo este sistema debería estar inserto dentro de una ciudad habitable, provista de una red de servicios racionalmente aprovechados, dentro de un marco económico inteligente.
Desprenderse de la casa donde uno tejió su historia siempre es traumático. Las viviendas pueden ir adaptándose a los cambios que exige el envejecimiento para no convertir el hábitat en un entorno ortopédico innecesario.
Estas pequeñas y graduales adaptaciones son previsibles y por lo tanto siempre más baratas.
Cuando el anciano todavía puede vivir solo, tanto para él, como para el Estado, siempre es más económico la adaptación de su propio hábitat, que la institucionalización.
Las modificaciones de la casa propia, que contemplen sensaciones de seguridad, movilidad y auto valía, reforzarán sin duda, la vitalidad, la dignidad y los sentimientos afirmativos de “poder”. Se trata de evitarle el sufrimiento de desarraigo, de una vida reglada, permitiendo que las huellas de su historia lo acompañen hasta se haga inevitable las internación.
La arquitectura para los mayores no termina en una correcta verificación de que se cumplan un conjunto de normas físicas, espaciales, de circulación, ventilación, etc. Supone una respuesta a una pregunta que no sólo es aplicable a esta temática. ¿Se diseña verdaderamente a partir de la responsabilidad moral de respetar el lugar donde otro va a vivir? Habría que preguntarse si los espacios arquitectónicos asisten a la prolongación de la vida de aquellas personas con necesidades especiales, o por el contrario las recluye en su dependencia.
Es función de los arquitectos devolverle al espacio habitable la dimensión de un campo singular, tan singular como el ser humano. Esta pregunta incluye al “otro” con todas las condiciones físicas y espirituales que irrumpirán en el tiempo, mayores dificultades motrices y una mayor demanda de ayuda correlativa con índices decrecientes de auto valía.
La pregunta tiene la voluntad de descifrar al anciano, y acompañar al viejo.
Se trata ni más ni menos que de brindarle un espacio que lo contenga, lo comprenda y proteja.
Y es en las situaciones donde el “otro” está más desprotegido y más vulnerable, donde el que diseña muestra su capacidad de escucha, de interpretación y de imaginación.
Si se entiende esta filosofía de diseño, se entiende que no adhiero a la idea de formular un catalogo exhaustivo de fórmulas y recetas de uso universal, descriptos con abundancia en tratados de diseño sin barreras. Él todo es mucho más que la suma de las partes.
Una vivienda con obstáculos físicos o espirituales, una institución con barreras, una ciudad intransitable, aunque en escalas arquitectónicas diversas son formas análogas de exclusión.