29 de junio de 2011

Diseñar para el Alzheimer


Mientras que actualmente no existe cura para el Alzheimer, no debemos perder de vista el hecho de que incurable no significa intratable, y el Alzheimer se encuentra ahora en la etapa de transición desde una condición sin esperanza a la de tratable, vinculando tratamientos no farmacológicos a la neurociencia y la función cerebral.

El nuevo énfasis en tratamientos no farmacéuticos, y nuestra creciente comprensión de la neurociencia está despertando el entusiasmo de cuidadores, clínicos, diseñadores y otros, vinculados con la vida de personas con demencia. La recientemente establecida Academia de Arquitectura para la Neurociencia combina lo mejor y mas brillante de la ciencia y el diseño. Es un cambio interesante en el pensamiento, que está creando una nueva visión donde la conexión entre el buen diseño y el comportamiento humano se considera ahora más en serio. 

El descubrimiento del potencial de la neurociencia aplicada al diseño interior de los edificios presenta grandes posibilidades para obtener mejores y mas apropiados diseños de edificios para aquellos cuyas necesidades son mayores. Mediante la comprensión de cómo el daño cerebral cambia la percepción, podemos mejorar el diseño de edificios para los que sufren de trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer.

Nosotros podemos, por ejemplo, mejorar la movilidad y señalización en los edificios complejos mediante la comprensión de las características cerebrales de personas que navegan con mayor facilidad que otros. Por complejos que esos desafíos puedan ser, generan un gran entusiasmo para la asociación del razonamiento científico con las mentes creativas de la arquitectura y el diseño, explorando vías para acceder a mejores tratamientos y soluciones. Esta asociación entre ciencia y diseño provoca entusiasmo ante la esperanza que vivir con el mal de Alzheimer se aleje de ser una condición desesperada.

24 de junio de 2011

¿Qué hacer con las prostitutas de la 3ª Edad?


Roberto Martinez (De10.mx)

Zona de estar. Foto de Benedict Desrus
En 2006, en México, y a iniciativa de un grupo de trabajadoras sexuales en situación de calle de la tercera edad, surgió un proyecto único en el mundo. Este conjunto de mujeres buscó el apoyo de feministas entre las cuales estaban Jesusa Rodríguez, Elena Poniatovska y Martha Lama para solicitar un lugar donde vivir.

El entonces jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, aprobó el proyecto e hizo las gestiones necesarias para poder tener la casa y crear el albergue. 
Originalmente se pensaba que la casa iba a poder ser administrada por las mismas trabajadoras sexuales, pero al ser un proyecto único, el cual funcionaría en base a prueba y error, no era viable que ellas lo guiaran por posibles conflictos de intereses.


Las habitantes de la casa son en general un grupo complicado de manejar, ya que algunas de ellas son conflictivas, agresivas y difícilmente pueden convivir debido a que no tienen lazos afectivos entre ellas ni familiares. En la casa se imparten talleres de no violencia, derechos humanos, recreativos y culturales. Se proporciona atención médica, psicológica, comida y albergue.

16 de junio de 2011

Cómo evitar caídas


ESPECIAL/EL NUEVO HERALD


No se necesita mucho. Sólo 15 a 20 minutos diarios de caminata, y el sentarse y levantarse varias veces de una silla, sin descansar en ella, son algunos de los ejercicios recomendados para evitar las caídas en personas de la tercera edad.

Se estima que sólo en los EE.UU este tipo de accidentes tiene un costo médico de 75.000 millones de dólares al año. Porque una vez que una persona sufre una caída y, por ejemplo, se fractura la cadera, pasa mucho tiempo sin moverse, y eso trae otro tipo de complicaciones de salud.

La buena noticia es que “el balance es una destreza que se puede mejorar con ejercicios y repeticiones” y por ello, se recomienda hacer ejercicios de estiramientos o ejercicios de resistencia con pesas o bandas elásticas.

Además de ejercicios con la silla, se puede hacer la misma rutina de sentarse y levantarse, desde un sofá y “sin usar apoyo”. Las caminatas diarias ayudan a que la persona se fortalezca y reaccione con rapidez si tropieza con algo y pueda recobrar el equilibrio sin caerse.

¡Hablemos de envejecimiento y trabajo!

Siempre es bueno tener a mano algunos datos de la realidad, cuando hablamos de tercera edad. Los mas recientes informes indican que los problemas demográficos mundiales en las próximas décadas no serán causados por la "superpoblación", sino por el envejecimiento de la población.


Porque aunque se espera superar ligeramente los 9 mil millones de habitantes hacia el 2050, el mayor incremento estaría entre los ancianos mayores de 65 años, desde unos 130 millones hacia 1950 a mas de 1.500 millones un siglo después. Sin embargo, la situación varía de país en país


El envejecimiento es a menudo visto como un problema - cada vez más jubilados, sin producir nada, sólo consumiendo, a menudo portadores de enfermedades cada vez más costosos de tratar. 

7 de junio de 2011

El envejecimiento... ¿Un estado de ánimo?

La profesora Ellen Langer, de la Universidad estadounidense de Harvard, desde hace algún tiempo sostenía la tesis de que mucho de lo relacionado con la desaceleración del cuerpo humano, al paso de los años, se debía razones subjetivas.



Algo así como pensar: A partir de tal edad debo comenzar a actuar de otra manera y cambiar mis hábitos. O: Ya no tengo edad para esos trotes.

Desde 1979 Langer empezó a desarrollar experimentos para comprobar y obtener evidencias de cómo el envejecimiento es resultado de nuestro estado de ánimo. Creía que si logran eliminar barreras mentales y vencer retos concretos mirados con temor en la vejez da a las personas la oportunidad de recuperar algunas condiciones físicas y la salud en general, muchas veces perdida tempranamente incluso.