13 de mayo de 2011

¿Adonde nos dirigimos?

La sociedad humana, en su actual estado de desarrollo, está sufriendo una muy rápida evolución, que supera nuestras experiencias previas y posibilidades de comprensión, encaminándose hacia un tipo radicalmente diferente de organización social y económica.


La resolución de muchos problemas sanitarios generaron un drástico incremento en la salud y longevidad de los seres humanos, modificando y ralentizando el ritmo de recambio generacional. La falta de adaptación a este cambio ha generado la explosión demográfica experimentada en el último medio siglo, y que se prolongará durante varias décadas mas.

La alarma producida por este incremento, y los ingentes esfuerzos por dar protección, educación y alimento a un número creciente de personas ha relegado el análisis de los cambios a mediano plazo de esta situación. Porque simultáneamente se incrementa el tiempo destinado a la educación y se prolonga la adolescencia hasta constituir una nueva familia sólo promediando la tercera década de vida. 


Los adultos viven mas y en mejores condiciones, y eso plantea la discusión en el terreno de la previsión social. Porque hay una creciente demanda de nuevos empleos. Y el modo mas rápido y simple de otorgar empleo a las nuevas generaciones es desplazando a las anteriores.  Pero el alargamiento en las expectativas de vida está convirtiendo a esta acción en algo imprudente. Y entonces comienza a analizarse la viabilidad de jubilaciones que se están convirtiendo en excesivamente onerosas, y la conveniencia de prolongar la actividad laboral a los 65 y 70 años.

(Clint Eastwood - Película: El Gran Torino)

Pero en la medida que la prolongación de la vida se consolide, este alargamiento del ciclo productivo deberá continuar, con un mecanismo flexible y adaptado a las proyecciones actuariales.


 Es posible que comiencen a considerarse alternativas novedosas, como la 1/2 jubilación, con trabajadores que deberán continuar trabajando, pero sólo con la mitad de su jornada habitual. (Una característica que ya están ejerciendo muchos profesionales y empresarios que pueden auto-regular su trabajo y descanso)

La medicina sigue progresando sin pausa, y es posible imaginar que los efectos del envejecimiento y deterioro por la edad continuarán retrocediendo. Pero, y hasta que se logren consolidar estos avances en todos los aspectos de la fisiología, habrá numerosas personas con disminuciones en sus capacidades físicas y mentales, que requirirán mucha atención y cuidados, y con la aptitud de vivir aún mucho tiempo,  todo lo cual provocará una gran presión, forzando cambios en las previsiones sociales.

Porque esa enorme masa de personas en la tercera edad, con necesidades e intereses propios, probablemente en algún momento tomarán conciencia de su creciente peso político en cada país, y lo utilizarán para presionar por mayor atención e importancia, ante las distintas orientaciones partidarias. Situación que ya se advierte en algunos países con altos porcentajes de población envejecida, donde los gobiernos no pueden ganar elecciones sin atender las necesidades o intereses de este sector.

Y cuando hablamos de ATENCIÓN, estamos hablando de un cambio de paradigmas. En donde el anciano deje de ser considerado un sujeto  similar a un niño, al que se debe mimar, pero no necesariamente escuchar. 

Por ejemplo, con referencia a su salud, en todos los países se suele trabajar en base a una legislación y estructura sanitaria concebida por y para el beneficio de las organizaciones que lucran con la salud: médicos, laboratorios y equipamiento técnico.  Obviamente, es una decisión política, surgida del abandono de sus propios intereses por parte de quienes prefieren transferir problemas y soluciones, en vez de enfrentarlos y resolverlos por sí mismos.

Así, las obras sociales reconocen y pagan los gastos médicos, de tratamientos y medicamentos, pero suelen omitir la influencia de los "diseños arquitectónicos saludables", de muchas terapias conductuales, y estructuras sociales y de relación que minimicen la depresión, la soledad y los sentimientos de intrascendencia que suelen devastar la mente y luego el cuerpo de los ancianos. 


El rediseño urbano y domiciliario, y de las redes de ayuda comunitaria, es una asignatura pendiente que deberemos cumplir rápidamente para prevenir males mayores y, especialmente, una estructura de costos que puede estallar mas allá de cualquier previsión, ante el incremento geométrico de los gastos en salud.

Los ancianos, y quienes se aproximan a la tercera edad deben decidirse a reconocer estos problemas, y asumir por sí mismos su defensa, al menos hasta que surjan personas y organizaciones confiables para representarlos. Forzar mas recursos para estudiar enfermedades de la vejez, las que actualmente cuentan con presupuestos mínimos en relación a otras dolencias, menos importantes pero mas rentables. Exigir instalaciones adecuadas para atender los trastornos mentales que crecen con la edad. Y la capacitación de suficientes enfermeros, terapeutas y médicos habilitados para estos pacientes. Universalizar las normas edilicias domiciliarias y urbanas para atender la problemática de la tercera edad. Reformar los diseños de artefactos y muebles. Establecer patrones de diseño (materiales, colores y texturas) y difundir su aplicación.

Los ancianos necesitan ( y necesitarán) mas y mejores relaciones humanas. Mejores entornos ambientales y habitacionales.  Criterios mas saludables de vida y en los tratamientos para mantener o recuperar su salud... Poco mas o menos lo mismo que el resto de la sociedad.

Los ancianos pueden ser un instrumento de cambio para mejorar nuestra sociedad. 

¿Pueden creerlo y realizarlo? 


2 comentarios:

  1. ¡Interesante!. No hay muchos lugares donde puede leerse opiniones con una visión integral del envejecimiento como cuestión social, económica y política. Tiene razón. Necesitamos encabezar un cambio por nosotros mismos, sin esperar la limosna de la solidaridad ajena.

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  2. Tenemos familias y casas cada vez mas chicas. Los viejos tendremos que aprender a vivir solos, o en una comunidad. Porque no alcanzará el dinero para pagar enfermeros para todos. Y los parientes, cada vez son menos y están mas ocupados. Tendremos que acostumbrarnos a seguir trabajando, mientras nos resista el cuerpo.

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