Escrito por Carlo Calm para SeniorHousingNews
Dirígete hacia el norte de Chicago y lo verás: una residencia moderna de varias unidades decorada con tonos verdes y azules. No es un nuevo condominio para los jóvenes profesionales urbanos de la ciudad, sino una unidad de vivienda asequible que se ha convertido en un refugio para los residentes de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) de bajos ingresos de la ciudad
Establecido en 2014, Town Hall Apartments es una edificio de 79 unidades que pertenece y es operada por Center on Halsted (CoH), un centro comunitario LGBT en Chicago, así como Heartland Alliance, una organización sin fines de lucro con sede en Chicago cuyo trabajo lucha contra la indigencia y la pobreza.
Desde su apertura hace dos años, la comunidad ha estado en plena ocupación y su lista de espera se ha cerrado. Esta aparente alta demanda realmente habla de la necesidad de este tipo de vivienda para la población LGBT de mayor edad.
Los esfuerzos de CoH en la creación de la oferta para adultos LGBT locales han ganado atención nacional, y han sido incluidos entre las 15 mejores comunidades de personas mayores LGBT en los EE. UU. Las clasificaciones fueron publicadas el martes por SeniorAdvices, y muestran que la creciente demanda para atender las necesidades de los adultos mayores LGBT no se limita a Chicago sino a todo el país, ya que los proveedores comienzan a tomar medidas para lograr este objetivo.
(Y yo agregaría: también a toda Sudamérica!)
Una población invisible
Por este motivo, los Servicios y Defensa de LGBT Elders (SAGE), con sede en Nueva York, establecieron su programa de capacitación SAGECare para personas mayores y proveedores de cuidado sénior, centrado en la competencia cultural LGBT.
Según Tim Johnston, director de proyectos nacionales de SAGE, a menudo se ignoran las necesidades de la población LGBT que envejece. "Esta es una población que a menudo es invisible, ya sea porque las personas no han considerado sus necesidades o, lo que sucede a menudo, porque tienen miedo de encontrarse con conductas discriminatorias y prejuicios, por lo que están encerrados", dijo Johnston. "Entonces, los proveedores no entienden que están trabajando con adultos mayores LGBT porque sus constituyentes tienen miedo de auto identificarse".
Superar esta mentalidad es el objetivo del programa SAGECare, ya que proporciona las mejores prácticas sobre cómo los proveedores de cuidados superiores pueden acercarse a los pacientes LGBT y abordar sus necesidades.
SAGECare implica un entrenamiento intensivo de cuatro horas para la gerencia superior, así como también programas de capacitación en persona de una hora / en línea para los cuidadores y el personal de primera línea. El programa tiene diferentes niveles de designaciones: un nivel de bronce indica que el 25% del personal de una comunidad o proveedor se ha capacitado, mientras que una designación de platino muestra que el 80% del personal se ha capacitado en el programa.
Los temas van desde la reducción del sesgo a los programas que se centran en el envejecimiento transgénero, de acuerdo con Johnston. Desde su inicio en mayo pasado, el programa ha capacitado aproximadamente a 20,000 proveedores de atención de primera línea, y más de 150 agencias han recibido una credencial de SAGECare, agregó.
Un miedo muy real
En el Ayuntamiento, los residentes pagan el 30% de sus ingresos para vivir en la comunidad, mientras que un administrador de casos en el sitio los conecta con los recursos de atención, como los médicos e incluso los servicios de atención en el hogar. Además de estos esfuerzos, también se está trabajando para asegurarse que los proveedores locales de cuidado de personas mayores conozcan las necesidades únicas de los adultos LGBT que envejecen.
Si bien el programa de capacitación SAGECare es un paso en la dirección correcta para abordar las necesidades de los adultos mayores LGBT adultos, la creación de más opciones de vivienda para la población es otro problema que debe abordarse, un área donde los proveedores de servicios para personas mayores pueden ser útiles.
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