Se acaban de conocer los resultados de un censo nacional realizado en China el año pasado, donde se aprecia el gran incremento en la proporción de personas mayores, mientras que la de jóvenes cae rápidamente. Se cumplen así las estimaciones que realizáramos desde este mismo blog, unos meses atrás (ver aquí)
En los diez años transcurridos desde el último censo, la población se incrementó en 73,9 millones (el equivalente a un país como Turquía, o Perú y Argentina juntas). Sin embargo, su tasa de crecimiento es menor que la que se observara en décadas pasadas. Al mismo tiempo, la población anciana aumentó en 40 millones.
La reducción de la tasa de crecimiento refleja el resultado de las políticas demográficas aplicadas, que limitan los nacimientos a un hijo por familia urbana y dos hijos por familia rural.
Estos resultados están produciendo un gran debate entre los especialistas, que analizan la conveniencia de relajar esta política (aplicada desde 1980) para evitar una gran crisis cuando se agudice el envejecimiento de su población. Porque además de la muy brusca reducción (superior al 30%) de nuevos nacimientos, puede observarse que la situación es aún mas grave en el sexo femenino, debido a la preferencia por hijos varones (lo que determina gran número de abortos).
Este envejecimiento acelerado genera preocupaciones sobre cuánto tiempo mas China estará en condiciones de sostener su crecimiento económico, cuando haya menos jóvenes disponibles para trabajar en fábricas y construir caminos, dos de las actividades que la convirtieron en la segunda potencia mundial.
En los diez años transcurridos desde el último censo, la población se incrementó en 73,9 millones (el equivalente a un país como Turquía, o Perú y Argentina juntas). Sin embargo, su tasa de crecimiento es menor que la que se observara en décadas pasadas. Al mismo tiempo, la población anciana aumentó en 40 millones.
La reducción de la tasa de crecimiento refleja el resultado de las políticas demográficas aplicadas, que limitan los nacimientos a un hijo por familia urbana y dos hijos por familia rural.
Estos resultados están produciendo un gran debate entre los especialistas, que analizan la conveniencia de relajar esta política (aplicada desde 1980) para evitar una gran crisis cuando se agudice el envejecimiento de su población. Porque además de la muy brusca reducción (superior al 30%) de nuevos nacimientos, puede observarse que la situación es aún mas grave en el sexo femenino, debido a la preferencia por hijos varones (lo que determina gran número de abortos).
Este envejecimiento acelerado genera preocupaciones sobre cuánto tiempo mas China estará en condiciones de sostener su crecimiento económico, cuando haya menos jóvenes disponibles para trabajar en fábricas y construir caminos, dos de las actividades que la convirtieron en la segunda potencia mundial.