6 de enero de 2013

10 claves al diseñar equipamiento para ancianos

Por Victor Regnier
Profesor, investigador y Geronto-Arquitecto


  1. Ubicación del centro en  el propio  entorno comunitario de las personas y, preferiblemente, con espacios abiertos (jardines, patios o paisajes naturales).  Con ello se garantiza la continuidad con la vida anterior, el mantenimiento de las relaciones sociales y la facilidad para interacciones nuevas.
  2. El paisaje exterior se considera un elemento terapéutico. Debe haber visibilidad del exterior desde los máximos puntos posibles del centro y organizar el jardín en diferentes espacios que ofrezcan diversas posibilidades y actividades: senderos para pasear con  variedad de flora, barbacoa, juegos para niños, combinación de sombra y espacios soleados, sonidos de agua, algún animal doméstico, etc.
  3. Cuidar  en el diseño algunas características  arquitectónicas importantes: accesibilidad integral y amigable en rampas, puertas, suelos, techos, etc.; creación de  “grandes espacios pequeños y pequeños espacios grandes”; concebir los pasillos como habitaciones; cuidar la iluminación, diversificando las  fuentes de luz; personalización de las entradas a cada unidad convivencial.
  4. Estimular con los diseños la interacción social, con espacios abiertos y corredores que favorecen el encuentro y el intercambio, combinados con rincones discretos desde los que se pueda observar la vida cotidiana y las entradas y salidas de visitas; previsión de lugares para recibir a la familia, amistades, etc., incluso por la noche; disponer de espacios para actividades socioculturales. 
  5. Promoción de la independencia: diseño que animen y propicien los paseos, espacios para el ejercicio físico y la rehabilitación y disposición de elementos tecnológicos y servicios de apoyo.
  6. Estimulación de los sentidos: minimizar el riesgo de la existencia de ruidos desagradables y prever sistemas de supresión de malos olores; diseñar un cuarto en el que se ofrezca la oportunidad de darse un baño sensual con aromas y aceites; grandes ventanales, claraboyas, etc, para aprovechar la luz natural pero controlando los deslumbramientos.    
  7. Creación de ambientes afectivos: diseñar  espacios interiores y exteriores para visitas infantiles, colocación de plantas y posibilidad de animales de compañía; estimular la emotividad positiva en la decoración de interiores y cuidar que en la selección de elementos decorativos de la vivienda se incluyan los que favorecen la reminiscencia y la revisión vital de eventos positivos.
  8. Planificación de la vivienda: Favorecer diseños que permitan la creación de un espacio propio, íntimo, en el que puedan diferenciarse diferentes ambientes: dormir, estar, cuarto de baño, pequeña cocina; prever superficies amplias para personas con movilidad reducida (accesibilidad); ventanales grandes o, mejor, balcones o terrazas.
  9. Las interacciones con el personal y  las familias: espacios para interactuar con el personal de atención directa y el resto del equipo para conocerse, intercambiar impresiones y participar en  los planes de atención y desarrollo de la vida cotidiana;  cuidar que los despachos y oficinas administrativas sean accesibles y “amigables”, lo mismo que los elementos tecnológicos que favorecen la autonomía y la independencia.
  10. Cuidar los diseños específicos para la atención de personas con demencia, desde el axioma de que  “sólo conocen lo que pueden ver”: Son especialmente recomendables las viviendas para pequeños grupos de personas; diseñar espacios  apropiados  para facilitar y permitir el vagabundeo tanto dentro de la unidad como fuera de ella; la utilización de la cocina en su doble función de participación de la elaboración de la comida (aunque sea solo visual) y como lugar donde desarrollar actividades terapéuticas  cotidianas con sentido; utilización del mobiliario, objetos y enseres con función terapéutica.


Como recapitulación de todo  lo que ya se ha presentado, cabría resumir las propuestas que mejor parecen  estar  funcionando entre  las tendencias internacionales, algunas como las siguientes:
  • No existe tamaño único recomendable de los centros.  Unas personas prefieren vivir en entornos pequeños y tranquilos, mientras que otras son partidarias de tener oportunidades de actividad y de  relación social.
  • Pero con independencia del tamaño del centro, es importante su  división en módulos de convivencia de 10/12 viviendas máximo con un salón-cocina en el  centro, decoración hogareña y  evitación de pasillos largos y ambientes institucionales. La “vivienda” de cada persona o pareja, como su casa que es, se decora por la propia persona/familia.
  • En los aspectos organizativos, debe pasarse de roles profesionales muy diferenciados para atender a muchos residentes, al concepto de vida familiar en comunidad, donde el personal de atención directa forma parte también de esa misma comunidad. Para ello  se recomienda  pasar de organizaciones jerárquicas (director, equipo profesional, cuidadores) a un trabajo interdisciplinar de abajo-arriba (bottom-up), donde el personal de atención directa junto a las personas residentes y,  en su caso, sus familias, deciden las rutinas cotidianas.  Las valoraciones, planes personalizados, coordinación, seguimiento y control de cada persona es desarrollada por un  equipo externo de profesionales, con la participación de los residentes de cada unidad de convivencia y el personal de atención directa. 
  • El perfil y rol profesional de este personal de atención directa tiene muy buena formación (los contenidos que aprenden constituyen un mix entre los nuestros de  auxiliar de clínica, asistente personal y enfermería), está bien retribuido y desempeña roles polivalentes integrados (cuidados de enfermería, apoyo personal,  tareas domésticas,  intervenciones psicosociales).  Se pasa, pues, de una multiplicidad de categorías con funciones diferenciadas a una única categoría con funciones integradas.
  • Es conveniente para reforzar la sensación de control y responsabilidad sobre la propia salud, lo mismo que para avanzar en la eficiencia en los costes, promover mediante las intervenciones el autocuidado (paciente experto), el apoyo familiar y la participación del voluntariado.
  • También es altamente recomendable en las evaluaciones consultadas que en los nuevos diseños se contemple el diseño de  espacios para facilitar el ejercicio físico y las interacciones con otras personas



2 comentarios:

  1. me sirvio de gran ayuda sus consejos muchas gracias

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  2. Me han gustado mucho los consejos. Dirijo un portal de internet sobre residencias geriátricasy llevamos años organizando viajes a países dónde atienden a las personas mayores de forma original y avanzada (Suecia, Suiza, Alemania, Holanda...). Allí hemos podido ver que muchos de los consejos que da el profesor Reginer se siguen.

    Gracias por insertar este post tan interesante.

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