12 de junio de 2017

Lucha mundial contra las demencias en la vejez

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aprobado por unanimidad la semana pasada un plan global sobre la demencia en la 70ª sesión de la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra.

El plan sigue diez años de defensa por ADI de una respuesta global a la creciente impacto de la demencia en todo el mundo. Paola Barbarino, CEO de la Enfermedad de Alzheimer Internacional (ADI) se dirigió a la Asamblea con un comunicado, llamando a la respuesta actual a la demencia 'insostenible'.


"La demencia se está convirtiendo en la enfermedad más costosa del siglo 21. La esperanza para el futuro depende de la investigación. ADI propone que a nivel nacional de cada país el 1% del costo social de la demencia se debe dedicar a financiar la investigación en: Ciencia básica, atención en las mejoras, prevención y reducción del riesgo, desarrollo de medicamentos y mejorar la salud pública".

El plan incluye objetivos para el avance de la conciencia demencia, reducción del riesgo, diagnóstico, atención y tratamiento, el apoyo a los socios de atención e investigación.

Sólo 29 gobiernos de los 194 miembros de la OMS han desarrollado hasta el momento un plan de demencia. El plan global es compatible con el mensaje urgente que los gobiernos deben implementar planes o políticas sobre la demencia y que éstos deben ser financiadas, implementadas y monitoreados.

La adopción del plan sigue a un evento paralelo a la Asamblea esta semana, organizado por ADI y la Oficina Federal de Salud Pública y asistido por la OMS, los gobiernos, las ONG, la sociedad civil y la industria, incluidas las personas que viven con demencia.

La demencia afecta a 50 millones de personas en todo el mundo - un número que casi se triplicará para el año 2050. Más de la mitad de todas las personas con demencia viven en países de bajos y medianos ingresos, donde tan sólo el 10% de las personas reciben un diagnóstico. En 2018, la demencia se convertirá en una enfermedad que costará miles de millones de dólares.

Argentina se incluye entre los países que todavía no hacen nada con este flagelo. Una Ley de Salud Mental obtusa y desactualizada (que, entre otras cosas, OLVIDA la existencia del Alzheimer entre las enfermedades mentales a tratar), normas sanitarias obsoletas, (donde se privilegia el financiamiento de los laboratorios farmacológicos y el accionar médico, pero se omite cubrir terapias y diseños que reducen costos), y una pobrísima inversión, tanto privada como pública, para atender los casi 400.000 enfermos que suponemos tener en el país (porque tampoco hay encuestas confiables).

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