Investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) desarrollan un robot de convivencia que será una compañía para las personas mayores y las auxiliará en sus cuidados médicos.
Los diseñadores Zaldívar Navarro y Cuevas Jiménez explican su funcionamiento |
Como en las películas de ciencia ficción, los investigadores han logrado que este robot sea sensible a las emociones humanas, sirva de compañía y ayude a las personas en labores cotidianas. El objetivo es que tome en cuenta los estímulos mediante la visión artificial, detecte expresiones de las personas, identifique su significado y pueda dar una respuesta inteligente.
En caso de que el robot detecte una expresión de cansancio podrá preguntarle a la persona sobre su estado de ánimo y dependiendo el grado de tristeza o depresión podrá empezar una plática e incluso tocar su canción favorita. En el caso de Marisol, la planta robótica fue adaptada a un maniquí que los investigadores obtuvieron en un mercado. “Es un maniquí que se usa para mostrar ropa, así inició nuestro proyecto, con la idea que estos maniquíes pudieran tener algunos movimientos, interactuaran con las personas y fueran también una atracción del lugar”.
"En cuanto te identifica va directamente hacia ti y te empieza a hablar. Con lo que tú le dices ya empieza a almacenar información y a sacar más preguntas como '¿en qué año fue eso?', '¿quiénes estaban ahí?', ¿por qué esa experiencia es importante para ti?' y si se acerca a ti y no le dices nada, ella genera preguntas con la información que ya tiene como ¿te acuerdas de…?", explica Erik Valdemar Cuevas. "Va a ser autónoma e independiente, gracias a una lista de funciones ya precargadas".
Afirma que después de casi dos años de investigación, Marisol será una realidad a finales de 2017.
"En estos últimos meses hemos avanzado mucho en la cuestión de apariencia, para que cada día se vea más humana. Pero también en que tenga algunos movimientos, como en las manos, pero sin perder esa idea de que su función sea la de acompañante, no la de un robot autónomo", agrega.
(Por lo que vemos, pasará bastante tiempo para que la realidad permita igualar las características del famoso androide DATA, de la serie Star Trek)
La idea que dio lugar al nacimiento de Marisol fue la necesidad que existe de compañía entre los adultos mayores en el país. Una de cada 10 personas tiene más de 60 años y es el segmento de la población que registra el más alto crecimiento. Pero además es un sector entre el que también crece la soledad y la depresión, mal que registran entre el 15 y 17%.
En el caso de los adultos mayores, Marisol no sólo servirá de compañía sino también podrá ayudarlos a detectar alguna afección a través de sensores táctiles que medirán los signos vitales y ese será el aviso de que la persona necesita ir a ver a su doctor o en caso de emergencia hablarle por teléfono cuanto antes.
"Nada más que en este caso de las personas mayores, que no están tan familiarizadas con la tecnología, sí va a ser necesario que una enfermera, o alguien más, active y cargue el robot para que pueda interactuar con ellos", explica el investigador.
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