En la actualidad, los efectos combinado de mayor longevidad, una baja natalidad, y la inmigración de jóvenes, da lugar a transformaciones que convierten la pirámide en una forma de punta de flecha de pedernal, o de pera. Gruesa de cuerpo, pues la mayor esperanza de vida hace que disminuya la diferencia entre generaciones, y siendo lo mas llamativo una reducción de la natalidad, que lleva a que existan muchos más jóvenes que niños, redondeando la base de la antigua pirámide.
Finalmente en los últimos años en los países mas ricos del planeta aparece una especie de tronco recto en la parte inferior, lo que da lugar a nuevas evoluciones en la forma hasta llegar a tener la de un árbol, con una gran copa y un fino tronco.
Las gráficas que presentamos son las de España en el años 1900 y el 2001, pero podrían perfectamente representar a la Argentina. Muestran claramente el cambio habido en la sociedad en los últimos 100 años. (ver entrada anterior)
Un cambio demográfico tan radical, tiene múltiples consecuencias, favorables y perniciosos, en todos los órdenes de la vida,. Demógrafos, y sociólogos tratan de anticipar lo que inevitablemente se nos viene encima con el fin de averiguar cuales son las demandas y problemas que estos cambios tan enérgicos traerán en un futuro inmediato..
El cambio también tiene gran consecuencia en el sector inmobiliario, un área donde los bienes que se fabrican tiene una previsible vida media de 75 años, siendo imposible una vez fabricarlo desplazar el producto ahí donde lo solicite el mercado y muy caro y complejo incluso, adaptarlo a las nuevas exigencias de los clientes.
Ello dará lugar inevitablemente a graves desfases entre las características del parque existente de viviendas y las necesidades de la población. En próximos post hablaremos de las consecuencias de todo esto para el Mercado Inmobiliario.
Las empresas que se anticipen a las demandas de esta cambiante sociedad, ocuparán posiciones de liderazgo cuando mañana se reclame con toda plenitud la solución a esas necesidades. Así mismo el particular que acierte comprando hoy una vivienda que por su situación y características tenga alta demanda en el futuro, hará una gran inversión, mientras que el que se confunda, perderá una parte apreciable de su patrimonio.
Pasamos a enunciar los tres cambios más evidentes:
Los más jóvenes de la generación denominada “baby boom”, que tienen alrededor de 30 años, está acabando de abandonar el hogar paterno. Las generacions siguientes decrecen hasta el año 2020 a razón de unos 100.000 habitantes por año.
Los de más de 55 años, la generación de prejubilados y sesentones, en especial las mujeres, son el mercado que más fuerte crece en número y llegan con mejor salud y posición económica que sus antecesores, pasando a ser un nuevo mercado de consumidores potenciales.
El numero de niños nacidos se estabiliza pese a aumentar la población en edad de procrear, lo que indica que cada vez las familias son mas pequeñas y que muchos hogares no tiene hijos.
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