Para reflexionar

El siguiente gráfico muestra la diferencia de costos de tratamientos en EEUU.


Dejemos sedimentar estos datos, y regresemos a nuestra realidad local.
Argentina, y los restantes países sudamericanos, probablemente siguen una evolución similar a la norteamericana.

Todavía no hemos logrado sus índices de longevidad, ni su proporción de ancianos en el total de la población, pero estamos en ese camino.

En donde hemos quedado muy lejos, es en el área de los recursos económicos disponibles y calidad de atención médica. Aunque las diferentes realidades locales puedan producir un abaratamiento en el costo de algunos tratamientos, y pese a los esfuerzos individuales y familiares, es indudable que inexorablemente los fondos de que dispondrán nuestras sociedades estarán muy por debajo de los necesarios para atender este problema.

Y esto no es simplemente una cuestión para políticos, médicos o economistas. Recuerden el lema: La vejez es el presente de algunos, y el futuro de TODOS.

Con esas proyecciones e incrementos de costos, cuando nosotros seamos ancianos y necesitemos atención médica permanente, probablemente ésta será muy escasa y CARA.


Las obras sociales inventarán mas y mas motivos para negar servicios o afiliaciones de ancianos, reducirán prestaciones o cobrarán verdaderas fortunas por hacerlo.
Y no les recomendaría confiar en los servicios públicos. Ya sabemos como funcionan, y lo limitado de sus recursos. Simplemente colapsarían…Atención cada vez peor, dificultades mayores para obtener medicamentos, plazas de internación cada vez mas escasas, reducciones en el personal necesario, necesidad creciente de complementar la atención con recursos y tiempo personal de amigos y familiares, etc.

Un país con estadísticas confiables – EEUU - informa que hace diez años el gasto en salud para los mayores de 65 años representaba el 57% del total, en tanto que todo el universo de menores de 65 años consumía el 43% restante. Mas de dos tercios del presupuesto se gasta en atender enfermedades crónicas, y en el sector de ancianos, éstas consumen casi el 95% de los gastos.

Desde hace 20 años, dado el envejecimiento promedio de la población, y el incremento de enfermedades crónicas, los gastos por tratamientos de largo plazo están experimentando un crecimiento del 25% ANUAL y permiten prever que en treinta años mas, su costo - medido en moneda constante - será el TRIPLE que en la actualidad, y llegaría a casi 350 BILLONES de dólares anuales.





Ante esta situación de gravedad extrema, ¿qué consejos podemos tomar?

En primer lugar: asegúrense de ganar MUCHO DINERO. Un año de servicios especiales (sin contar medicamentos) probablemente costará mas de $ 80.000 al año, y estamos hablando de enfermedades crónicas y muchos años. En segundo lugar, traten MUY bien a sus hijos y demás parientes: estadísticamente casi un tercio de esos gastos suelen ser pagados por familiares directos.

La otra línea de acción es la PREVENTIVA. No podemos evitar envejecer. No podemos evitar sufrir enfermedades. Pero PODEMOS anticiparnos a esa situación intentando POSPONER las dificultades todo el tiempo posible, y prepararnos para afrontarlas en las mejores condiciones y el mas bajo costo.

Con respecto a la prevención ya he explicado los beneficios de viviendas de tipo universal, que reducirían problemas durante muchos años. Y que permitirían evitar o demorar internaciones prolongadas en instituciones muy costosas. No podemos evitar el futuro, pero podemos acotar sus problemas.

Nadie lo va a hacer por nosotros. Tenemos el derecho y la oportunidad de anticiparnos y proteger nuestro futuro. Nos servirá a nosotros y a nuestros hijos, que así se verán librados de la carga económica y psicológica de afrontar por su cuenta estos problemas si nosotros no los resolvemos a tiempo.