1 de enero de 2010

Risoterapia. ¿ La sonrisa cura?

Humor y medicina

"La medicina tradicional es generalmente reacia a abrirse a nuevos campos que, a primera vista, no tienen que ver con el rigor científico. Este es el caso de los intentos de muchos médicos y profesionales de otros campos que han intentado llevar el tema del humor y, en forma más amplia el estado anímico, al centro de la discusión sobre las causas de muchas enfermedades. Pero también, en el sentido inverso, demostrar que el humor y su producto inmediato, la risa, pueden ser elementos positivos en las terapias de recuperación.

Patch Adams
El tema fue tratado recientemente en la pantalla del cine, cuando el famoso actor cómico y dramático Robin Williams encarnó a "Patch Adams", un atípico estudiante de medicina convencido de que el humor podía sanar. En el film, él tuvo que luchar contra la oposición de un sistema que se resiste a relajarse y abrirse a terapias alternativas.


En su libro Humor y Salud, el Dr. Raymond Moody no sólo asegura que el humor posee un importante poder curativo, sino que hace propuestas concretas para la incorporación de actividades que incluyen este tipo de terapia en instituciones de salud. "Con los años he encontrado un número sorprendente de casos en los que los pacientes que se reían de sí mismos recuperaban la salud, o al menos utilizaban el sentido del humor como respuesta positiva y adaptable a la enfermedad", asegura.

A partir de esa observación, que venía a corroborar una vieja creencia popular acerca de los beneficios de mantener un buen estado de ánimo, este norteamericano nacido en Georgia en 1944 decidió someter estos datos empíricos a una minuciosa investigación. Él llegaría a aseverar que el humor y la salud son nociones relacionadas, aun cuando reconoce que en ciertos casos la risa en sus formas aberrantes es un síntoma de ciertas patologías.

La risa

La risa es un fenómeno complejo, que involucra aspectos fisiológicos y mentales de quien la experimenta. Entre los aspectos fisiológicos, Moody destaca:
• relajación de los músculos, con un importante descenso del tono muscular;
• movimiento diafragmático: el gran músculo llamado diafragma que separa las cavidades abdominal y pectoral, y tiene una importante misión en la función respiratoria, se ve implicado activamente cuando reímos;
• excitación fisiológica, más allá del evidente componente psicológico del humor, los estudios revelan la profunda relación de la risa con los estados fisiológicos del organismo.

Entre los aspectos psicológicos, se enumeran:
• proceso de regresión, es decir, un retroceso a un nivel anterior de funcionamiento mental o emocional, generalmente como un mecanismo para aliviar una realidad que se percibe como dolorosa o negativa;
• mecanismo de expresión, ya que a través de la risa las personas exteriorizan emociones y sentimientos. A veces es percibida como una energía que urge por ser liberada, sobre todo cuando necesitamos reír y la situación social no lo permite;
• contrapartida de emociones negativas, a pesar de la frecuente asociación entre la risa y el llanto, la primera se muestra como lo opuesto a ciertos estados emocionalmente muy negativos como la cólera, el deseo de venganza, etc.

El autor también hace hincapié en los factores sociales de la risa, como su carácter contagioso, la facilitación de situaciones socialmente incómodas y el poder comunicativo del humor. Ellos revisten una importancia terapéutica especial ante disfunciones de tipo social.

La risa como terapia

Más allá de los intentos frustrados de muchos entusiastas del humor como un factor de curación y de alivio de situaciones de enfermedad con procesos dolorosos, algunas experiencias han tenido buena repercusión.

Encontrando un marco epistemológico en la psico-neuro-inmunología, todos estos intentos han adquirido mayor rigor científico y la posibilidad de ingresar en forma de experiencia piloto a instituciones de salud. A la par de ellos surgen otras maneras de usar el estado de ánimo como un coadyuvante para la recuperación de personas que padecen innumerables patologías. Ellas se han concretado en intentos terapéuticos de considerable éxito, como la musicoterapia, las terapias con mascotas, etc.

Las revelaciones de la inmunología, al demostrar el vínculo estrecho entre el estado emocional de las personas y el funcionamiento de su sistema de defensas ha abierto un campo fértil no sólo para las terapias de recuperación, sino también para enfocar las actividades de prevención teniendo en cuenta estos factores.

Entre las trabas que encuentra la risoterapia para insertarse en la medicina, Moody destaca que "las profesiones sanitarias tienden a considerarse a sí mismas con excesiva seriedad". Para ubicar al humor en su justo lugar dentro de las actividades curativas, él concluye:

"No estoy proponiendo que los médicos se conviertan en humoristas. Tampoco recomiendo reemplazar con risas las técnicas médicas que ya poseemos. Sólo propongo que se utilice como complemento... facilitar la risa de alguien equivale a incrementar directamente la calidad de su vida."

(algunos fragmentos fueron extraídos de http://www.latinsalud.com/ )

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