1 de abril de 2012

Cuarto de baño para ancianos

Este es un tema habitualmente sub-valorado en el proyecto de viviendas para ancianos.

Evidentemente hay muchos que olvidan los cambios que pueden sufrir en pocos años las personas de edad, y el brusco decrecimiento en sus facultades si se produce algún accidente o avanzan las enfermedades (especialmente mentales).

Por ello es conveniente plantearse el diseño y construcción de un cuarto de baño que pueda ser útil incluso diez o veinte años mas tarde, bajo condiciones de uso diferentes.

Los mayores problemas que pueden sobrevenir en el futuro serían: reducción en su capacidad física (debilidad creciente, aumento de la adiposidad, problemas de visión y de equilibrio) y los graves cambios cognitivos que acompañan los problemas mentales.


Por estas razones, los cuartos de baño deberán tener dimensiones generosas y hasta excesivas para el uso presente (para permitir la posibilidad del ingreso y movimientos en una silla de ruedas, e incluso la presencia de un acompañante que también debería disponer su propio espacio mas el adecuado para la manipulación segura).

Los inodoros deberán tener una ubicación que permita el agregado posterior de barras de apoyo, y espacio lateral suficiente para la ubicación de un cuidador que colaborase en el traspaso del anciano de una posible silla de ruedas al inodoro y viceversa.

Los pisos deberían ser materiales blandos, antideslizantes y lavables. El vinilo y el caucho suelen tener las mejores características, aunque lamentablemente en muchos lugares son de difícil adquisición o precios inaccesibles. Y en lo posible, disponer de calefacción por losa radiante.

Los muebles deben estar empotrados, para reducir esquinas peligrosas, y con puertas transparentes para facilitar la localización de su contenido (particularmente importante en personas con problemas de memoria o demencia).

En el proyecto de la fotografía, realizado según los principios del DISEÑO UNIVERSAL, el sector central bajo la mesada del lavatorio puede ser retirado en el caso que el baño deba ser utilizado por personas en silla de ruedas.

La iluminación debe ser general, suave, difusa, sin lámparas que encandilen o generen reflejos o sombras peligrosas. Los colores deben generar un ambiente calmo, sin estridencias. (Tema particularmente importante para su uso con pacientes con demencia).

Los cielorrasos, en la medida de lo posible, estar construidos con placas absorbentes del sonido, con capacidad para soportar la humedad y repeler hongos.

La zona para el lavado corporal es particularmente delicada en cuanto a su diseño. Como ya hemos mencionado, la bañera está contra-indicada por el alto riesgo de caídas y golpes mortales. Es preferible disponer de una zona de duchas aptas para ser utilizadas con silla de ruedas u otro elemento de ayuda para la movilidad, e incluso que permita la presencia de un acompañante.

La fotografía a la derecha exime de mayores comentarios.

Un ingreso sin escalones. Amplio. Con paños transparentes (acrílicos) para evitar temores al encierro a un anciano demente. Con un pico fijo y duchador móvil. Puede hacerlo sentado en la bancada lateral, en una silla ad-hoc, en el suelo, o de pie. Un acompañante puede ingresar con él y realizar todas las manipulaciones necesarias con seguridad. Barras de soporte para todas las circunstancias.

Es conveniente, según el estado del ocupante, poder regular la temperatura del agua desde el exterior del baño para impedir acciones que generasen graves accidentes por quemaduras con agua caliente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario