Con frecuencia, cuando converso con interesados en viviendas de este tipo, me hacen el siguiente comentario: "¡Pero no quiero que parezca una casa de viejos!".
Y es una frase difícil de contestar, porque, para empezar, no se a que se parece una casa de viejos. Supongo que muchos de quienes dicen eso, tienen una imagen preconcebida de ese tipo de construcciones estatales, sólidas y pesadas, al estilo de los edificios colectivistas de la Rusia soviética, con todas las ventanas iguales, espacios libres fríos y azotados por el viento, paredes grises y absoluta falta de gracia.
Nada que ver con la arquitectura actual que se hace para los adultos mayores. Hay construcciones tan variadas como las personas que las habitan.

Nada que ver con la arquitectura actual que se hace para los adultos mayores. Hay construcciones tan variadas como las personas que las habitan.