Con frecuencia, cuando converso con interesados en viviendas de este tipo, me hacen el siguiente comentario: "¡Pero no quiero que parezca una casa de viejos!".
Y es una frase difícil de contestar, porque, para empezar, no se a que se parece una casa de viejos. Supongo que muchos de quienes dicen eso, tienen una imagen preconcebida de ese tipo de construcciones estatales, sólidas y pesadas, al estilo de los edificios colectivistas de la Rusia soviética, con todas las ventanas iguales, espacios libres fríos y azotados por el viento, paredes grises y absoluta falta de gracia.
Nada que ver con la arquitectura actual que se hace para los adultos mayores. Hay construcciones tan variadas como las personas que las habitan.
Creo que lo que mas hace variar su apariencia es el sitio donde se construyen. Porque hay proyectos que se levantan en áreas céntricas de grandes ciudades, en suburbios, o en zonas rurales. Con alta densidad (por el costo de la tierra), mediana o baja densidad. Agrupadas o aisladas. Complementadas con comercios y servicios, o simplemente como viviendas independientes.
No hay nada que justifique ese tipo de temores. Por el contrario, ciertos diseños pueden influir favorablemente en su propio estado de ánimo, al animarlo a realizar actividades que, en su anterior vivienda, jamás hubiera pensado hacer.
Hay edificios en altura exclusivamente para viviendas de adultos, o combinados con otros servicios. Que pueden ir desde un hotel, oficinas, una clínica o combinada con viviendas para otros usuarios.
Y también complejos residenciales de dos a cuatro pisos. Formando plazoletas, con amplios espacios verdes para iluminación y recreo. O sólo viviendas de planta baja, o tal vez con un piso alto, mas parecido a los suburbios, donde se privilegian las relaciones interpersonales.
Como sea, este tipo de viviendas no tienen ninguna característica morfológica especial. Pero si se mira cuidadosamente, se verá que están proyectadas bajo las normas del Diseño Universal, que los espacios a sus alrededores consideran la circulación de personas con deficiencias en su motricidad, que se favorecen las relaciones interpersonales y se intenta evitar el estruendo y bullicio de muchas de las ciudades actuales. En definitiva, son viviendas que personas de cualquier edad desearían ocupar.
Y es una frase difícil de contestar, porque, para empezar, no se a que se parece una casa de viejos. Supongo que muchos de quienes dicen eso, tienen una imagen preconcebida de ese tipo de construcciones estatales, sólidas y pesadas, al estilo de los edificios colectivistas de la Rusia soviética, con todas las ventanas iguales, espacios libres fríos y azotados por el viento, paredes grises y absoluta falta de gracia.Nada que ver con la arquitectura actual que se hace para los adultos mayores. Hay construcciones tan variadas como las personas que las habitan.
No hay nada que justifique ese tipo de temores. Por el contrario, ciertos diseños pueden influir favorablemente en su propio estado de ánimo, al animarlo a realizar actividades que, en su anterior vivienda, jamás hubiera pensado hacer.
Hay edificios en altura exclusivamente para viviendas de adultos, o combinados con otros servicios. Que pueden ir desde un hotel, oficinas, una clínica o combinada con viviendas para otros usuarios.
Y también complejos residenciales de dos a cuatro pisos. Formando plazoletas, con amplios espacios verdes para iluminación y recreo. O sólo viviendas de planta baja, o tal vez con un piso alto, mas parecido a los suburbios, donde se privilegian las relaciones interpersonales.
Como sea, este tipo de viviendas no tienen ninguna característica morfológica especial. Pero si se mira cuidadosamente, se verá que están proyectadas bajo las normas del Diseño Universal, que los espacios a sus alrededores consideran la circulación de personas con deficiencias en su motricidad, que se favorecen las relaciones interpersonales y se intenta evitar el estruendo y bullicio de muchas de las ciudades actuales. En definitiva, son viviendas que personas de cualquier edad desearían ocupar.
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