El objetivo es mejorar la calidad de vida. Para hacer eso, debemos elevar continuamente los estándares para nosotros y nuestros colegas en la industria.
Lo que encontramos es que un retorno a lo que parece básico, nuestros cinco sentidos, pueden crear oportunidades reales de mejora.
Este estudio inspira nuevos pensamientos, desde cambios simples hasta innovaciones tecnológicas, para garantizar que continuamente aumentemos el nivel de atención para las personas mayores.
- Las personas mayores con visión disminuida pueden tener dificultades para distinguir entre colores similares. Usar colores de alto contraste les ayuda a ver mejor, lo que les permite navegar por los pasillos y ver todos los alimentos en sus platos.
- El ochenta por ciento de las personas mayores de 85 años tienen pérdida auditiva, lo que puede separar a las personas de la tercera edad de importantes conexiones diarias con otras personas. Minimizar el ruido de fondo de los sistemas de calefacción y aire acondicionado y sistemas de limpieza hace que sea más fácil interactuar y ser parte de las conversaciones.
- Una disminución del sentido del gusto puede hacer que la comida sea menos placentera. La creación de un área de cocina abierta puede ayudar a los residentes a oler mejor la comida, lo que estimula el apetito. Preservar la textura y mejorar los sabores ayuda a preservar la ingesta nutricional. Casi tan importante como el placer de una comida son las conexiones sociales que crea la hora de comer.
- Las tecnologías robóticas se muestran prometedoras en la configuración de la atención. Las innovaciones, como los animales como mascotas, pueden animar a mantener el tacto, el sonido y el movimiento. Alientan múltiples interacciones sensoriales que ayudan a reducir el estrés y estimulan aún más las conexiones sociales.
Nuestro trabajo en este tema continúa a medida que desarrollamos herramientas para medir y rastrear el entorno de los adultos mayores para la sensibilidad de los sentidos.
Tenemos la intención de aumentar el nivel de atención para las personas mayores en el hogar y en las comunidades de cuidado a largo plazo.
Mediante la creación de entornos sensibles a los sentidos, podemos minimizar el impacto de los trastornos sensoriales y mejorar la calidad de vida de las personas mayores de todo el mundo.
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