Para las personas con Mal de Alzheimer, el mundo es confuso, abrumador, y tal vez incluso aterrador. Sin embargo algunos han encontrado una luz y consuelo simplemente por el uso de una paleta de pinturas de acuarela y papel en blanco.
En 1986, el artista y cuidador Selly Jenny, cuya madre padecía del Mal de Alzheimer, exploró las posibilidades de utilizar la pintura para averiguar si los pacientes con demencia podrían utilizarla para revelar y recuperar aspectos de sí mismos por medio del arte. La mayoría nunca había pintado antes, pero la respuesta fue muy positiva de manera uniforme, mostrando y reafirmando la validez de esa teoría.
Así nació un programa artístico, The Memories in the Making®, que comenzó en Colorado (USA) en 1994 como un programa piloto de cinco sitios, y actualmente ha crecido a más de 65 establecimientos de vida asistida, hogares de ancianos y centros comunitarios en todo el estado, con un crecimiento continuo hasta el presente, en donde produce calendarios, manuales de formación, exposiciones de arte y mucho mas, con una expansión tanto a nivel nacional como internacional.
Es un programa semanal de arte que se aplica en las comunidades de vida asistida, hogares de ancianos y de día de adultos en todo el Estado mediante grupos de 5 a 10 individuos que son guiados por un artista entrenado y con experiencia, y un voluntario de entre el personal de la institución, para una sesión de arte de una hora semanal.
Este programa de arte patrocinado por la Asociación de Alzheimer les ha ayudado a llegar hasta lugares de su memoria que habían perdido por su demencia, y les facilita recuperar una parte de lo que son. Pese a vivir en un mundo donde la pérdida de la memoria continúa, los participantes en este programa pueden obtener una verdadera sensación de logro y progreso
"Estamos tratando de crear un ambiente emocionalmente seguro, donde las personas con Alzheimer puedan expresarse con el arte más que con palabras, que suele ser una experiencia frustrante" - dice Gwen Ippen, Coordinador del Programa - "Este programa no enseña nuevas habilidades, sino que está diseñado para ser divertido y facilitar la comunicación a través del arte. Las personas con Alzheimer a menudo pueden pintar recuerdos o emociones que ya no son capaces de describir.”
Las familias y los cuidadores pueden aprender más sobre la persona con Alzheimer a través de sus obras de arte. Por ejemplo, un artista pintó una casa para pájaros para compartir su amor de toda la vida por la construcción de casas para pájaros que luego pintaba y colgaba en su jardín. Otro, un pez, recordando las horas dedicadas a alimentar los tanques de peces tropicales, mientras que otro comparte su amor a sus hijos con un cuadro y largas explicaciones de cada niño.
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